JPS Argentina, presente en la última etapa del oleoducto Vaca Muerta Norte

El oleoducto Vaca Muerta Norte es una obra que para el desarrollo de la
Argentina resulta de lo más estratégica. Y la clave tiene que ver con
que este ducto de 151 kilómetros puede transportar cerca de 160 mil
barriles diarios desde el yacimiento hasta la estación Puesto Hernández,
desde donde el hidrocarburo puede seguir dos caminos: la exportación a
Chile (vía OTASA) o la refinería mendocina de Luján de Cuyo.

Pero no se trata simplemente de un caño. La obra cuenta con el parque de
almacenamiento más grande de todo Vaca Muerta, con dos tanques de 34.600 metros cúbicos de capacidad cada uno, además de dos bombas booster, tres principales y la subestación eléctrica de media tensión para energizar toda la instalación. No por nada hablamos de la primera cabecera de despacho de crudo de gran escala para el petróleo no convencional en el país.

YPF confió a JPS Argentina el servicio de inspección de obra en sus distintas etapas de precomisionado, comisionado y puesta en marcha:
estuvimos presentes desde la construcción de los domos geodésicos hasta el montaje de cañerías, pasando por la puesta a punto de toda la cabecera de bombeo.

Los inspectores e inspectoras de la firma se encuentran hoy finalizando
el cierre de documentación, tras meses de intenso trabajo en los que fue
clave tanto el profesionalismo de los equipos de inspección como el
permanente respaldo de las oficinas en Buenos Aires.

“Fue un tiempo de gran movimiento, en el que además logramos formar un
excelente grupo, aportando cada uno desde su experiencia”, señala la
coordinadora del equipo en esta última etapa. Y concluye: “Un tiempo en
el que el trabajo y la confianza han ido de la mano”.

Inspeccionamos las grandes obras del país para que sean seguras y
confiables.

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